Politiqueando

Increíble hasta donde ha llevado el Partido de la Liquidación Dominicana (PLD) al pueblo que pisotea. El nivel de desesperación es tan grande que un segmento importante de la población tiene puesta su esperanza en que un miembro directo de la familia Trujillo lo libere en 2020 de la corrupción y el robo que de manera implacable, progresiva e impune ejerce el Partido de la Liquidación Dominicana, creado por Juan Bosch usando el atractivo apelativo “liberación”, que ha resultado todo un fiasco.
Es una paradoja lo de Ramfis Trujillo, por dondequiera que uno mire. Ocurre que su abuelo Rafael Leonidas Trujillo Molina fue ajusticiado en 1961 pero hasta hoy en el país se gobierna apegado al método que él implantó en su dictadura de 31 años.
Todos los presidentes que hemos tenido, en mayor o menor medida, han querido ser un Trujillo. Debo decir que Bosch se apartó del método en sus siete meses de gobierno, pero sabemos que su elección contó con el voto de los trujillistas para vencer a Viriato Fiallo.
Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco son casos especiales porque gobernaron sin ser los líderes del PRD; en este aspecto eran subordinados de José Francisco Peña Gómez, quien los mantuvo a raya para que no afanaran por quedarse sentados en la de “alfileres”.
En lo que se refiere a los gobernantes engendrados por el Partido de la Liquidación Dominicana, Leonel Fernández recibió el bastón del poder de manos de Joaquín Balaguer, quien curtió todas sus mañas políticas al lado de El Jefe.
El mismo Balaguer previamente hizo gente a Danilo Medina cuando lo escogio para la presidencia de la cámara de diputados. No hay que extrañarse, pues, de que ambos se inclinaran por los métodos trujillistas de gobernar, y hasta han conseguido superar al Benefactor, porquelo reencarnaron y, además, tienen un trujillito en cada dependencia del estado.